No,no nos ha gustado nuestra estancia en este lugar. Buscavamos tranquilidad y no lo hemos encontrado. El hotel esta situado al lado de aeropuerto , durante la noche no puedes dormir porque hay el ruido de los aviones y por la mañana te despierta los gritos de los ninos desde colegio situado justo al lado de la villa. La habitacion no era limpia, con mucho polvo por todos los lados, las manchas en las alfombras en el suelo. Esta muy amortizado todo. La cama con el colchon viejo, la ducha rota y sucia, los trozos de jabon usado, la puerta de habitacion no se cierra porque la llave no existe, los paredes entre habitaciones son finos, a nadie puedo recomendar este sitio anque los propietarios eran muy amables.

Buscavamos tranquilidad y no lo hemos encontrado. El hotel esta situado al lado de aeropuerto , durante la noche no puedes dormir porque hay el ruido de los aviones y por la mañana te despierta los gritos de los ninos desde colegio situado justo al lado de la villa. La habitacion no era limpia, con mucho polvo por todos los lados, las manchas en las alfombras en el suelo. Esta muy amortizado todo. La cama con el colchon viejo, la ducha rota y sucia, los trozos de jabon usado, la puerta de habitacion no se cierra porque la llave no existe, los paredes entre habitaciones son finos, a nadie puedo recomendar este sitio anque los propietarios eran muy amables.

Es una maravillosa villa del siglo XVIII situada en un lugar muy tranquilo con una decoración exquisita, que nos decidió a hacer nuestra reserva. El personal, si bien escaso, tiene un trato agradable y servicial.

Si bien, la casa como tal es muy bonita y la habitación y el baño eran amplios; no tuvimos la sensación de estar en un hotel ni de disfrutar de los servicios que se esperan de uno. No había recepción y las peticiones que hicimos ( una silla y el cambio de una bombilla) fueron ignoradas, lo que hizo nuestra estancia más incómoda. También resultaba inconveniente la ausencia de luces inteligentes, lo que obligaba al huéspèd a ir encendiendo y apagando luces de los lugares comunes. Los vasos de la habitación junto a la jarra de agua,, no fueron cambiados en ningún momento durante las tres noches de nuestra estancia y la ausencia de bolsa precintada de las zapatillas de baño con un color amarillento hizo surgir ciertas reservas acerca de la higiene.